Aunque la Cordillera de Los Andes es muy conocida por su geografía y turismo, la riqueza microbiana que alberga es poco estudiada, principalmente por los desafíos que conlleva toda la logística necesaria para trabajar en condiciones ambientales adversas y por sobre los 4 mil metros de altura sobre el nivel del mar.
El Laboratorio de Complejidad Microbiana y Ecología Funcional, del Instituto Antofagasta de la Universidad de Antofagasta (UA), trabaja en identificar los microorganismos que viven en esas alturas debido al valor científico y la riqueza biotecnológica que esconden.
En ese sentido, la última campaña de muestreo en terreno (febrero 2020) se realizó en el volcán Llullaillaco (6.739 msnm) y ubicado en el Parque Nacional Llullaillaco, a 275 km al sureste de Antofagasta. La zona cuenta con 268.670 hectáreas de superficie, protegidas por CONAF.
En este “muestreo” participaron los profesionales de la UA Pablo Arán Sekul, biotecnólogo, magíster en Ecología de Sistemas Acuáticos y Jonathan García Araya, tecnólogo médico, estudiante del Doctorado en Ciencias Biológicas UA, ambos pertenecientes al Laboratorio de Complejidad Microbiana y Ecología Funcional.
Objetivo
“Teníamos varios objetivos, entre ellos tomar muestras de suelo a diferentes alturas, muestras de penitentes, muestras de agua y trabajar con otro grupo de científicos nacionales y extranjeros expertos en mamíferos de altura. Debido a las tormentas de los días previos (se cubrió el volcán por sobre los 5.800 mnsm con nieve), fue imposible acceder a la laguna, pero de igual manera hicimos un transecto con gradiente altitudinal a 5.000-5.200-5.400-5.600-5.800-6.000 msnm”, explicó Jonathan García.
Respecto a la importancia de este trabajo, el profesional señaló que las muestras logradas sirven para determinar los microorganismos presentes a grandes alturas, compararlos con trabajos anteriores, así como visualizar los cambios temporales – altitudinales y los roles ecológicos de los que son responsables, “además de la búsqueda de nuevas especies cultivables y sus posibles aplicaciones biotecnológicas, por ejemplo, en el estudio de secuencias CRISPR, técnica de última generación que permite la edición génica”, señaló el profesional.
Se debe destacar que esta salida a terreno fue financiada por los proyectos FONDECYT 1181773, la Red de Ambientes Extremos NEXER y el Centro de Biotecnología y Bioingeniería CeBiB.
Trabajo Extremo
En este volcán se encontró el santuario Inca de mayor altura en el mundo, allí fueron descubiertas 3 momias conocidas como “Los Niños del Llullaillaco” a 6.700 msnm cerca de la cima. Hoy estos cuerpos y los accesorios encontrados se encuentran preservados en el Museo de Arqueología de Alta Montaña de Salta, Argentina.
El equipo de investigadores contó con todo el equipo necesario para realizar su misión ante las inhóspitas condiciones climáticas y geográficas, teniendo a su disposición vehículos, carpas, alimentación, ropa y accesorios necesarios para el lugar, así como el apoyo radial 24/7 por parte de Radio Club la Portada CE1RLP. Además se contó con el apoyo y autorización de CONAF ya que el área de estudio es parte del Parque Nacional Llullaillaco.
“Otro punto importante, es que pudimos realizar la aclimatación en el refugio de alta montaña de la CONAF, ubicado a 4.100 msnm. Este lugar es fundamental y estratégico, pues también es un excelente resguardo en caso que debamos protegernos de alguna tormenta”, finalizó el estudiante de doctorado de la Universidad de Antofagasta.
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