Unidad construirá una Política Institucional inclusiva, trabajando con todos los estamentos de la comunidad universitaria.
La abogada Fabiola Rivero Rojas asumió como coordinadora académica de la Unidad de Género, Inclusión y Equidad de la Universidad de Antofagasta, creada a partir de la ley 21.094 sobre Universidades Estatales y la 21.091 sobre Educación Superior y que buscan propiciar un nuevo enfoque hacia la equidad de género, la no discriminación, la multiculturalidad y la equidad, entre otros factores.
Fabiola Rivero se formó como abogada en la UA y ha trabajado como asesora jurídica del Ministerio de Justicia en la Región para la reforma procesal penal durante el gobierno de Ricardo Lagos, como coordinadora del Centro de la Mujer y Abogada Regional del SERNAM, además fue la primera abogada del INDH en la ciudad. Cumplió funciones como gobernadora provincial de Antofagasta durante el segundo periodo de la Presidencia de Michelle Bachelet.
Actualmente, es académica de la Facultad de Ciencias Jurídicas del plantel estatal.
¿Cuál es la génesis de esta Unidad de Género, Inclusión y Equidad?
Desde la perspectiva de las leyes de Educación Superior y sobre Universidades del Estado, hay un mandato del Estado en orden de cambiar la perspectiva desde la que nos orientábamos las universidades. De forma tal, que los criterios orientadores de formación de profesionales tengan un acervo profesional vinculado a la equidad, inclusión, a la no discriminación, a la formación de la democracia y la pertinencia de las necesidades de las regiones. Esto debe ser cumplido por todas las instituciones que forman parte de la Red de Universidades del Estado.
Particularmente, lo que dice relación con la reivindicación en materias de género es consecuencia de la movilización feminista de 2018, por parte de las estudiantes de nuestra universidad, en este contexto, se generaron varias medidas, y entre ellas, estaba la creación de esta unidad.
¿Qué estructura tendrá esta nueva unidad?
La unidad es bastante grande, estamos en un proceso de construcción. Trabajamos con el apoyo y financiamiento del Ministerio de Educación, y en esa lógica, desarrollaremos la mayor cantidad de instancias y políticas internas que propendan a un clima de buenas prácticas por la no discriminación arbitraria y la inclusión, que vaya orientado a crear espacios de igualdad real, y que efectivamente se instalen en la comunidad universitaria en general. No estamos circunscritos a acciones orientadas sólo a los estudiantes, sino que, a toda la comunidad, trabajadores sin distinción de estamentos.
¿Cuál será el enfoque?
Tenemos como primer modelo de intervención abocarnos en cuatro puntos específicos, que fueron identificados en un primer diagnóstico realizado antes de la creación de la unidad: equidad de género, visualización y promoción de los derechos de personas integrantes de disidencias o diversidades sexuales, materias relacionadas a interculturalidad y áreas vinculadas al trabajo con personas en situación de discapacidad.
¿Cuáles son los primeros desafíos que enfrentará?
El más importante es la decretación y la construcción colectiva de la política institucional en equidad e inclusión. En primer lugar, la conformación definitiva de la unidad para llenar los cupos de profesionales de nuestro colectivo de trabajo, una vez que termine ese proceso, comenzaremos con la construcción oficial de la política.
Violencia de Género
Esta unidad se formaliza en noviembre, establecido como el mes de la eliminación de la violencia contra la mujer, ¿cómo enfrentará específicamente este tema?
Las universidades estatales, sobretodo teniendo en consideración el movimiento feminista de 2018, concluyeron de forma unánime que la violencia contra la mujer, independiente si es cisgénero o transgénero, y sin importar el estamento universitario al que pertenezca, es algo absolutamente inaceptable. Es un problema público, no privado, por lo tanto, se actúa con mucha más severidad cuando esta violencia de desarrolla dentro del campus.
Tampoco las universidades se mantienen ajenas cuando una integrante de la comunidad vive violencia en estos espacios. El compromiso es a la acogida, al acompañamiento y desarrollar instrumentos efectivos que tiendan a promover la igualdad y a establecer mecanismos efectivos de denuncia, desarrollo de procedimientos y sanciones.
¿Cómo se implementa este enfoque en la academia?
En el quehacer académico debemos incorporarlo con un enfoque transversal. Tiene que ver con la progresiva democratización de la sociedad chilena. Nosotros como institución creemos que debemos relevar nuestro rol como única universidad estatal de la región, formadores y formadoras de quienes van a ser agentes de cambio social en nuestra región.
No buscamos que sean recipientes de conocimiento y luego aquello no lo puedan desarrollar en general con seres humanos, por lo tanto, la academia tiene que estar en contacto y en contexto de las necesidades de los dolores de nuestros compañeros y compañeras.
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