“Hilván” es la nueva propuesta expositiva que Fundación Minera Escondida (FME) y Balmaceda Arte Joven (BAJ) presentan de manera digital, en el marco de la selección 2020 de la Convocatoria Artes Visuales: desde el norte creando un nuevo Chile.
La artista detrás de este proyecto es Claudia Suárez Jansson (47), quien estudió Arte con mención en Pintura en la Universidad Católica de Chile, es la mayor de sus 5 hermanos, madre de tres y desde siempre ha vivido cerca del mar, cosa que le permitió conectarse con su territorio en todos los ámbitos.
La exposición Hilván es el resultado de una investigación que entrelaza dos líneas: por un lado el bordado y el arte textil y por otro, la impresión de matrices de grabado, ilustración sobre tela e intervenciones con costura sobre lencería.
Un proyecto contemporáneo y desafiante, que busca representar algunos cuestionamientos, ideas o preconcepciones sobre lo que “debe ser” una mujer.
SOBRE LA ARTISTA
– ¿Cómo comenzó y qué te motivó a dedicarte al arte?
– Empecé experimentando, jugando y pasándola bien. Mi mamá compraba libros de manualidades y actividades creativas. Pasábamos todo el fin de semana leyendo, haciendo títeres y creando. Eso influyó mucho en mi crecimiento y en el de mi hermano, mis papás son del área científica pero siempre me estimularon. Tuve la suerte de poder decidir con total libertad lo que quería hacer después del colegio. Es demasiado estrés tener que decidir a los 16 años tu futuro. Me entregué y postulé a Arte, saqué súper buena ponderación y quedé primera en la lista, soy súper exigente y matea.
– ¿Qué tan difícil fue tomar esa decisión a nivel personal?
– Siempre pensé en qué haría y cómo, todos tenemos claro que la vida de una persona que se dedica al Arte es compleja. La carencia que hay en términos de educación artística por un lado,
y por otra parte, esta convención conservadora de lo que debe ser un artista o lo que no debe ser. Todas las familias esperan que sus hijos tengan una carrera más tradicional por lo difícil que es solventar una vida en un área intangible como lo es el arte. Es un área poco valorada en este país, se prefiere invertir en otro tipo de cosas.
HILVÁN
– ¿Cuál es la temática central de “Hilván”?
– Relevar oficios ancestrales y domésticos (bordado y textil), que históricamente han estado asociados al género o al rol de la mujer. En Hilván hablamos del cuerpo y el territorio que como mujer habitamos. En general, me refiero mucho a mi biografía, desde mi territorio-cuerpo, pero también en el que habito; mi entorno. Hay un rescate a la fauna e insectos que habitan en mi territorio.
– ¿Cuáles son los cuestionamientos relatados en la exhibición?
– Uno de los cuestionamientos que tiene la exhibición es cómo yo vivo mi cuerpo, qué me hace definir mi rol y cómo definimos los roles de género. Yo viví una histerectomía y no tengo útero, durante mucho tiempo decía que era igual por dentro como mi pareja, pero sigo siendo una mujer. También toca la observación, en observar el territorio que habitamos, en ver lo invisible, en los insectos que nadie quiere en la casa y fumiga, cómo yo habito el territorio con ellos.
– ¿Cómo surge esa reflexión?
– Todo surgió a raíz del tsunami del año 2015, el agua llegó hasta la casa, ahí te das cuenta de lo vulnerable que somos, te das cuenta cómo nos vinculamos con otros seres y como respetamos el territorio compartido.
– ¿Cómo plasmas tu esencia en Hilván?
– Soy súper poco poética como para definir mi trabajo, investigo, hago registros, soy súper curiosa, trabajo mucho con guías de campo de flora, fauna, insectos y mariposas, las ilustraciones son científicas, toda la gráfica que hay de la anemia o glóbulos rojos. No sé si es plasmar esencia, yo creo que te podría decir es que trabajo siempre con mi historia personal. Mi experiencia como hija mayor, esposa, mamá, dueña de casa, trabajadora, los múltiples roles que tenemos las mujeres y lo sobre-exigencia de esos roles. La interpretación siempre viene desde el yo, mi interés corresponde a una experiencia y desarrollo personal. Sí, me identifico con mi trabajo y creo que se reconoce durante todos estos años.
– ¿Cómo respondiste a este llamado a “crear un nuevo Chile”?
– No creo que vaya a cambiar Chile, uno hace lo que puede desde cositas pequeñas. Por un lado es darle una vuelta al respeto y valoración de nuestros saberes ancestrales, de cómo valoramos estos aprendizajes, durante muchos años pensé que eran oficios menores. Es reivindicar. Los artistas tenemos un rol fundamental, hacernos cargo o mostrar lo que está pasando.
La exposición digital “Hilván” es uno de los cuatro proyectos de exhibición seleccionados en la Convocatoria Artes Visuales 2020: desde el norte creando un nuevo Chile, presentada por Fundación Minera Escondida y Balmaceda Arte Joven. En una plataforma dirigida a la obra de creadores de la macrozona norte de Chile, provenientes de las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá, Antofagasta, Atacama y Coquimbo. Ésta, su novena versión, fue una invitación a crear, reflexionar y repensar el futuro del país, desde el arte y sus diversas expresiones.
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