Por Gonzalo Yun, gerente de Endeavor Atacama
Quedar ajeno a la discusión de los desafíos que deja el cambio climático es difícil para cualquiera, más aún luego del complejo análisis entregado por el informe del Panel Intergubernamental (IPCC) hace un par de semanas. En nuestro caso, desde Endeavor, al ser una de nuestras misiones como articuladores del ecosistema generar un diálogo entre emprendedores y las grandes empresas, no podemos quedar al margen de la discusión y poner sobre la mesa el valor que esta teniendo y tendrá el emprendimiento y la innovación en la lucha contra el cambio climático.
Así como los emprendedores están llamados a generar soluciones que cambien los paradigmas con los que veníamos trabajando por años permitiendo a las industrias tradicionales avanzar en modelos sustentables y amigables con el medio ambiente, las grandes corporaciones deben ser capaces de abrirles la puerta y trabajar en conjunto por aumentar la productividad y competitividad, pero con triple impacto.
A fin de cuentas, estos nuevos tiempos requieren un nuevo tipo de emprendedor y de empresario, que apueste a ser parte de la cuarta revolución industrial y a la economía circular a bien de alcanzar beneficios sociales, económicos y ambientales. Para ello debemos avanzar en negocio que dejen atrás el modelo de “hacer, usar y desechar”, buscándole valor y oportunidades a las cosas que hoy existen y disminuyendo el impacto en la naturaleza.
En palabras simples esto significa redefinir el crecimiento, con beneficios para toda la sociedad, a sabiendas que los recursos son finitos, pero que contamos con tecnología capaz de resolver problemáticas, la que además será más escalable, exportable a nivel mundial y generadora de desarrollo.
En el caso de la macrozona norte ya hay varios ejemplos de emprendedores que han asumido este desafío y que hoy lideran soluciones que marcaran la diferencia, entre ellos encontramos a Petar Ostojic quien ha sido un pionero en economía circular; Pamela Chávez, aportando desde el control de material participado y Patricio Rojas, con el sistema para la trazabilidad de cátodos en la minería.
En este sentido, tenemos que potenciar los emprendimientos de tipo “Scale-ups” los cuales se van a posicionar como un eje reactivador y de crecimiento económico, de generación de empleos de calidad con un efecto multiplicador que permitirá traspasar las mejores prácticas para poder catalizar y potenciar el talento.
Durante la próxima década todas las empresas deberían incluir dentro de su modelo el factor económico, social y ambiental. Estamos entrando a una nueva era donde aquel que no piense en economía circular, energías renovables y digitalización quedará fuera. En Antofagasta ya vemos como las mineras de la región están avanzando en el compromiso, pero ya sabemos que el desafío es mayor y para ello el paso siguiente será confiar en los emprendedores y en como mediante la colaboración se puede innovar.
Leave a Reply