Convenio entre la Universidad de Antofagasta y la Usach facilitó la instalación del moderno instrumento, que registra el desplazamiento de la corteza terrestre con precisión milimétrica y lo transmite a una red de posicionamiento global.
Registrar con precisión milimétrica el desplazamiento de las placas tectónicas y con ello comprender mejor fenómenos como los terremotos o los tsunamis, es una de las posibilidades que abre la instalación en la Universidad de Antofagasta de una estación base satelital GNSS.
El equipo envía información de posicionamiento a una red internacional de satélites y de esa manera es capaz de detectar mínimos desplazamientos de la corteza terrestre, datos que son compartidos en tiempo real con la red mundial IGS y a la subred continental SIRGAS para recrear con gran exactitud la forma completa y actualizada de la Tierra.
La instalación de la antena fue posible gracias a un convenio de colaboración entre el Departamento de Geomensura y Geomática de la Facultad de Ingeniería de la UA y el Departamento de Ingeniería Geoespacial y Ambiental de la Usach, institución que, además de entregar la estación base en comodato, envió a Antofagasta a tres investigadores para la instalación y ajustes del equipo.
José Antonio Tarrío, director del Departamento de Ingeniería Geoespacial y Ambiental de la Usach y presidente del Grupo de Trabajo 1 de SIRGAS, explicó que la antena, al usar tecnología GNSS, integra datos de distintos sistemas de posicionamiento, como GPS, Glonass, Galileo y Beidou, los que, unidos, proporcionan información mucho más precisa que si actuaran por separado.
Respecto a sus potenciales usos, el investigador dijo que son variados y van desde el mejoramiento de los sistemas de posicionamiento de aparatos móviles, hasta el estudio del cambio climático o los terremotos.
“Si hay un terremoto el equipo grabará cómo se movió esta zona y con eso se pueden estudiar los cambios en el territorio y corregir cartografía. Después, midiendo cuánto tarda la señal en regresar del satélite es posible realizar estudios meteorológicos, y como además la antena se puede enlazar al mareógrafo, está la posibilidad de investigar cambios en el nivel del mar, entre muchos otros”, indicó.
Actualmente en Chile existen sólo siete estaciones de este tipo conectadas a SIRGAS, por eso la incorporación de la Universidad de Antofagasta y la futura instalación de otras dos estaciones en las ciudades de Villarrica y Coquimbo, representan un importante avance para la red y también para la UA.
El académico del Departamento en Geomensura y Geomática de la UA, MSc. Patricio Alcota, explicó que la instalación del equipo potenciará el área de la geodesia y geodinámica de la universidad, abriendo campo a investigaciones de distinta naturaleza, principalmente estudios geodinámicos considerando nuestra proximidad con la falla de Nazca.
Por su parte, el Dr. Gabriel Álvarez, investigador del mismo departamento, planteó como uno de sus primeros usos posibles la actualización de datos recogidos hace 15 años con antiguas estaciones geodésicas de la universidad, lo que permitirá estimar cuánto se ha desplazado la corteza terrestre en ese periodo.
“Los terremotos tienen la característica que se repiten en función de los años o en función de la cantidad de estrés que acumulan, y una de las conclusiones a las cuales se ha arribado con estudios de paleotsunamis es que en esta zona se repiten en función del estrés, por eso necesitamos estos datos, para saber cuánto es el estrés acumulado”, apuntó.
Además del Dr. José Antonio Tarrío, estuvieron en Antofagasta a propósito del convenio el Dr. Marcelo Caverlotti Silva, subdirector de Docencia de la Usach, y la encargada de infraestructura del Centro de Procesamiento y Análisis Geodésico de la misma universidad, Valeria Vásquez.
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