Convicción y perseverancia son dos palabras que Carolina Rojas y su hija, Gabriela Calderón, tienen muy presentes. Esta ha sido la base para crear su emprendimiento “Qenti Chicas de Azúcar”. Un negocio que destaca por sus merenguitos de distintos colores, formas y sabores.
A principios de 2022 las emprendedoras recibieron el apoyo del programa Impulso Inicial de Fundación Luksic, lo que les permitió aumentar su producción e incrementar sus ventas.
“…Взбейте яичные белки, пока они не достигнут твердой текстуры…”, dice en ruso la profesora a través de la pantalla. “Batir las claras de huevo hasta que alcancen una textura firme”, repite la voz del traductor de Google. Así, traduciendo frase a frase, y tomando cursos en distintos idiomas, Carolina Rojas y su hija, Gabriela Calderón, fueron adquiriendo la técnica para lograr el merengue perfecto. Inglés, ruso, portugués e incluso malayo, no fueron impedimento para desarrollar la receta que hoy las emprendedoras de la Región de Antofagasta utilizan en su negocio “Qenti Chicas de Azúcar”.
“Aquí no hay límites, solo imaginación”, asegura Carolina. Dinosaurios, delfines, unicornios, viejitos pascueros y sirenas son parte de las creaciones que madre e hija elaboran completamente en merengue combinando formas, sabores y colores. La mayoría de sus diseños son ideas propias, pero también hacen pedidos personalizados según las necesidades de sus clientes, que resultan en creaciones tan variadas como personajes de videojuegos, retratos de mascotas, un pesebre y hasta conejos de pascua vestidos de trabajadores de la minería.
El negocio se creó en 2019, cuando Carolina junto a su hija se vieron en la necesidad de generar más ingresos. “Mi madre Rosalía Poma trabajó más de treinta años en pastelería y coctelería. En esos años las tortas que más tenían éxito eran las de merengue, por eso era algo que me era muy familiar”, cuenta la emprendedora. Precisamente por esa razón, cuando buscaban ideas para emprender inmediatamente pensaron en el merengue.
“Nos propusimos crear un producto distinto a lo que existía en Chile. Buscando en redes sociales encontramos en China una técnica que transformaba el merengue tradicional en uno gourmet, elevando su condición a un producto delicado y hermoso. Eso nos conquistó”, recuerda. Desde ese momento, y con el apoyo de la tecnología, comenzaron varios meses dedicados a investigar, contactar a personas de distintas partes del mundo e inscribirse en cursos en varios idiomas. Todo con el objetivo de formar su negocio.
Hoy, tres años después, su emprendimiento ya cuenta con muchos clientes fieles en la Región de Antofagasta y una comunidad en redes sociales que cada día continúa creciendo. Además, han diversificado sus productos y ofrecen también galletas de almendras, marshmallows y mini tortas.
Precisamente con el objetivo de seguir creciendo, madre e hija postularon a principios de 2022 al programa Impulso Inicial de Fundación Luksic, que apoya a emprendedores y emprendedoras de todo el país con aportes concretos para impulsar su negocio. “Recibimos una máquina batidora de pedestal industrial maravillosa que nos ha permitido tener una mayor producción. Esta herramienta significa mayores ingresos y nos abre las posibilidades de hacer nuevos productos”, cuenta Carolina.
Desde 2019, Impulso Inicial ha apoyado a más de ocho mil personas de todo el país mediante la entrega de herramientas para el crecimiento de estas PYMES y pequeñas maquinarias. “Esperamos que esta cifra siga aumentando, pues sabemos que en todas partes de Chile hay emprendedores y emprendedoras comprometidos (as) y que con mucho potencial utilizan su creatividad y talento para para fabricar productos innovadores y fortalecen las economías locales y las de nuestro país”, señaló el Director del Área de Emprendimiento de Fundación Luksic, Cristián Schalper.
Las personas interesadas en recibir un apoyo pueden revisar los requisitos y postular durante todo el año a través de www.impulsoinicial.cl.
Leave a Reply