Tras un recorrido de más de 5.800 kilómetros a lo largo de 4 regiones del país se elaboró una hoja de ruta para potenciar la adopción y uso de tecnologías digitales y la innovación en educación de manera transversal en nuestro sistema educativo en los próximos 12 años.
Con miras a aportar al desarrollo humano y económico de todo Chile, Fundación País Digital (FPD) y Accenture Chile presentaron el estudio titulado “Futuro de la Educación en Chile: innovación, tecnología y habilidades del siglo XXI”, el cual fue desarrollado a través de 20 mesas de trabajo en las regiones de Antofagasta, Valparaíso, Biobío y Metropolitana, que contaron con la participación de 224 actores del mundo público, privado, académico y civil.
En Antofagasta las mesas se enfocaron en “Educación, Desarrollo e Innovación”, abordando los desafíos del futuro que enfrentarán los trabajadores, desde una perspectiva territorial con énfasis en los nuevos conocimientos y herramientas que deberán desarrollarse de cara al siglo 21. Además, el equipo de Fundación País Digital y Accenture realizó una visita al colegio Chuquicamata para conocer de cerca el establecimiento y las metodologías que se utilizan para fomentar los aprendizajes de sus estudiantes.
En las mesas, se analizaron 51 experiencias de 14 países en materia de innovación con tecnología para la educación, de las que se recogió la importancia de la incorporación de más mujeres en Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemática (STEM, por su sigla en inglés), el desarrollo de herramientas prioritarias de formación docente para el actual contexto socioeducativo y la importancia de la alfabetización digital, entre otras.
Este recorrido de más de 5.800 kilómetros, permitió elaborar una mirada global que incluya una aplicación real a las necesidades de Chile, lo que llevó a la elaboración de una hoja de ruta para potenciar la adopción y uso de tecnologías digitales y la innovación en educación de manera transversal en nuestro sistema educativo en los próximos 12 años, en cuyo análisis se utilizó la matriz de apropiación de TIC, la que se divide en cuatro dimensiones principales (acceso, adopción, apropiación e innovación en educación), que a su vez se dividen en 10 subdimensiones.
El estudio “Futuro de la Educación en Chile: innovación, tecnología y habilidades del siglo XXI”, de FPD y Accenture busca ser un aporte a esta situación a través de un documento y hoja de ruta que buscan apoyar la modernización de la educación en el país. “El estudio invita a enfrentar la alfabetización digital con rigurosidad y responsabilidad, para que nuestros estudiantes sean parte de un mundo que continúa creciendo de manera exponencial gracias al acelerado desarrollo tecnológico”, comentó Nicolás Goldstein, presidente ejecutivo de Accenture Chile.
El “Futuro de la Educación en Chile” nace a partir del análisis “El Futuro del Trabajo”, elaborado en 2021, reveló que Chile podría desaprovechar hasta US$13 mil millones en crecimiento acumulado del PIB en los próximos diez años, si no se prepara a los actuales sistemas formación y capacitación para enfrentar las nuevas demandas de habilidades que exigirá el mercado laboral del futuro.
Cabe destacar, que a este escenario se suman cifras relevantes, como el Foro Económico Mundial y su indicador que señala que un 65% de los niños que ingresan a primaria trabajará en puestos que aún no existen.
Por su parte, Pelayo Covarrubias, presidente de FPD, agregó que “hoy el mundo divide su competencia entre los países más capacitados para enfrentar el siglo XXI y los que están en vías de desarrollo, por eso es fundamental avanzar con mayor rapidez en las habilidades necesarias para enfrentar los desafíos actuales y comprender cómo la tecnología es una herramienta muy necesaria para acortar las brechas educativas y acelerar los procesos educativos”.
Así, los ocho pasos clave que propone el estudio para la implementación y uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en la educación, son:
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Fortalecer la infraestructura digital, conectando con Internet de alta velocidad a todos los establecimientos educacionales del país y proveer de dispositivos tecnológicos apropiados para su uso, tanto para establecimientos educacionales como para estudiantes, apoyado con la instauración de una figura de coordinación interministerial para fines educativos que gestione, comunique y garantice el avance del despliegue tecnológico en el sistema educacional.
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Gobernanza de datos. Los países a la vanguardia en educación y tecnología han comprendido el alto valor que poseen los datos del sistema educativo, desde su perspectiva de administración como gestión educativa y pedagógica, de la trayectoria educacional de los estudiantes y de las metodologías desarrolladas e implementadas por sus docentes.
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El elemento central y vinculante de todo el sistema educativo corresponde al conocimiento, capacidades y habilidades de Educadoras/es y Docentes. Para llevar a cabo los cambios de cara a la educación del futuro, deben estar preparados y en constante formación para adaptar los beneficios que trae el desarrollo tecnológico.
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Una educación del siglo XXI debe estar representada desde su base, en este caso, su currículum nacional, y junto a eso, su contenido debe ser actualizado acorde al ritmo del desarrollo de las tecnologías y las capacidades, competencias, conceptos, destrezas, habilidades y aptitudes que debe lograr la sociedad en su conjunto.
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Una de las grandes innovaciones de los modelos educativos es identificar y poner al estudiante en el centro para así convertirlo en el motor y director de su aprendizaje.
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Luego surge la necesidad de crear un Programa de Ciudadanía Digital. Esto implica una mirada integradora que abarque tanto la seguridad y riesgos asociados al mal uso o exposición a peligros del entorno virtual, como las oportunidades y potencialidades que ofrecen las TIC para la transformación digital.
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Crear una estrategia de aprendizaje a lo largo de la vida debe ser visto como elemento esencial del modelo educativo del país, teniendo en cuenta la educación complementaria, la alfabetización básica, la educación para adultos y para el mejoramiento de la capacidad ocupacional.
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Finalmente, el estudio plantea la innovación educativa desde tres aristas: prácticas pedagógicas, prácticas de trabajo y recursos en aula, y su relacionamiento con la comunidad y medioambiente.
La investigación sugiere 70 objetivos concretos para fortalecer la educación en los próximos 12 años, divididas en categorías de acceso, adopción, apropiación e innovación en educación. Todo esto y más, se puede encontrar en el estudio “El Futuro de la Educación en Chile” disponible en www.futurodelaeducacion.cl.
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