De acuerdo con estadísticas del Instituto Nacional del Cáncer “Alrededor del 39,5 % de hombres y mujeres recibirán un diagnóstico de cáncer en algún momento en su vida”. Frente a estas cifras, científicos no han detenido sus investigaciones para encontrar una posible solución. Y si bien todavía hay mucho por descubrir, no se puede negar lo que se ha avanzado hasta ahora.
Una de esas investigaciones nos lleva directamente a los hongos adaptógenos. Muchos de estos provienen de tiempos ancestrales desde la medicina tradicional asiática, haciéndose cada vez más conocidos en la escena global por su potencial en la lucha contra el cáncer.
Aunque el estudio de los hongos medicinales sigue en marcha, ya hay pruebas convincentes de sus beneficios, particularmente en la complementación de los tratamientos tradicionales contra el cáncer. En este sentido, destacan sus propiedades antibacterianas y antivirales, demostrando tener un impacto significativo en la salud pulmonar y en el tratamiento del cáncer.
Entre los más comunes se encuentran el reishi, el cola de pavo, el shiitake y el maitake, ya que los compuestos químicos en estos hongos, como los polisacáridos (beta-glucanos), se cree que fortalecen el sistema inmunitario para combatir dicha enfermedad.
4 hongos como terapia complementaria
Primero hay que destacar que la terapia complementaria se refiere a aquella que se añade al tratamiento convencional. Por lo tanto, estos hongos en ningún caso reemplazarían al tratamiento base del cáncer.
Sin embargo, contribuyen de diferentes formas a un mejor proceso. En este caso sería prevenir enfermedades, reducir la tensión, evitar o disminuir algunos efectos secundarios, entre otros.
En detalle, los cuatro hongos adaptógenos mencionados anteriormente aportarían de las siguientes maneras:
● El reishi contribuiría a fortalecer el sistema inmunológico e impedir la proliferación de tumores colorrectales benignos.
● El cola de pavo también fortalece el sistema inmunológico, además de contener polisacárido-K (PSK). Este componente sería beneficioso para las personas que toman quimioterapia. Por lo mismo, se ha estudiado ese componente para tratar pacientes con cáncer de estómago, de mama, colorrectal y de pulmón. Las personas habrían mejorado en su peso corporal, bienestar y síntomas relacionados con el tumor.
● El shiitake contiene una variedad de compuestos que pueden tener efectos anticancerígenos. Uno de los más estudiados es un polisacárido llamado lentinano. Se ha demostrado que este potencia la respuesta inmune del cuerpo y puede tener un efecto directo sobre las células cancerosas.
● El componente más destacable del maitake es un polisacárido llamado beta-glucano. Los estudios en laboratorio han demostrado que los beta-glucanos pueden estimular el sistema inmunológico y tener efectos antitumorales. También se ha demostrado que inhiben el crecimiento y la propagación de las células cancerosas en estudios de laboratorio y en modelos animales.
Regulaciones y pruebas actuales
Aunque los hongos medicinales tienen una historia larga y respetada en la medicina tradicional, es importante mencionar que, hasta la fecha, no pueden utilizarse como único método de tratamiento para el cáncer.
A pesar de esta falta de aprobación oficial, la investigación sobre los hongos medicinales continúa. De todas formas, estos ofrecen un campo prometedor en la investigación sobre la enfermedad. Aunque aún queda mucho por aprender sobre estas especies de hongos y sus posibles aplicaciones médicas, los primeros indicios apuntan a un futuro en el que los hongos medicinales podrían convertirse en una herramienta más en nuestra lucha global contra el cáncer.
Se recomienda siempre que los pacientes consulten a profesionales médicos confiables antes de incorporar nuevos elementos en su plan de tratamiento y que los hongos adaptógenos no son medicamentos, ni buscan reemplazarlos.
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