La emisión de bonos temáticos, la generación de una normativa financiera y el compromiso gubernamental frente al cambio climático, son parte de la estrategia soberana que ha posicionado al país como un referente regional en la materia.
Al hablar de cambio climático, uno de los mayores desafíos que enfrenta la comunidad global tiene que ver con el financiamiento. Desde medidas de mitigación, desarrollo de nuevas tecnologías, generar mecanismos y marcos legales que contribuyan a enfrentar la crisis y cumplir con los objetivos de desarrollo sostenible, ninguna es posible si no se disponibilizan recursos.
María Paz Gutiérrez, especialista de la oficina de Finanzas Verdes del Ministerio de Hacienda, y parte de la delegación chilena en la COP 28, reafirma que “sin un financiamiento, es difícil llevar a cabo los compromisos, es un recurso implementador clave”.
En los últimos años, nuestro país ha impulsado importantes esfuerzos en materia de finanzas verdes, con una suma de iniciativas que le han valido convertirse en el primer país del continente americano en emitir bonos verdes y el primero en el mundo en emitir bonos de sostenibilidad con compromiso de equidad de género.
Una “taxonomía” propia
Chile es uno de los países pioneros en establecer una Oficina de Finanzas Verdes. Dependiente del Ministerio de Hacienda “esta entidad trabaja sobre una agenda que busca la alineación de los flujos financieros”, asegura Gutiérrez. A través de la definición de estrategias financieras, que entre otras cosas identifican las principales brechas por sector, este departamento busca fomentar los mecanismos que permitan solventar iniciativas verdes.
Entre las propuestas que hoy está impulsando esta oficina se cuentan un sistema de clasificación o “Taxonomía”, que en palabras de la especialista de la oficina de Finanzas Verdes corresponde a la “clasificación de actividades económicas, que el día de mañana permitirá homologar y entender de manera objetiva qué actividades en nuestro país se consideran medioambientalmente sustentables y cuáles no”.
Lo anterior es esencial para detectar el “lavado verde”, práctica que se refiere a la entrega de información inexacta o falsa sobre las características sostenibles de los productos y servicios financieros ofrecidos.
Bonos verdes y SBL: pioneros en la región
Una de las principales fortalezas de Chile en el ámbito de las finanzas sostenibles, que ha contribuido significativamente a su reconocimiento mundial, es la emisión de bonos temáticos. En 2019, Chile se convirtió en el primer país de América Latina en emitir un bono soberano verde con apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y, en 2022 fue pionero a nivel mundial al lanzar un bono temático vinculado a un objetivo de sostenibilidad.
En esa línea, en junio de 2023 el Ministerio de Hacienda anunció la colocación de bonos vinculados a la sostenibilidad (SBL) por US $2.250 millones, que incluyeron compromisos asociados a la igualdad de género, siendo pionero a nivel mundial en incorporar esta variable.
En la actualidad, los denominados bonos temáticos (verdes, sociales y vinculados a sustentabilidad) representan el 36% de la deuda pública nacional. Desde Hacienda indicaron que este porcentaje se ubica entre los mayores del mundo y el desafío es al 2026 alcanzar un 50% en esta clase de instrumentos.
Enfoque Verde
Desde 2019, Chile cuenta con una estrategia financiera orientada al cambio climático, una herramienta de la que pocos países disponen, y sobre la cual se está trabajando una tercera actualización.
María Paz Gutiérrez, comenta que “como país hemos sido bien innovadores en diferentes aspectos. El Ministerio ha desarrollado una metodología avanzada para el seguimiento del gasto público en cambio climático, lo que permite comprender con mayor detalle la eficacia y eficiencia de este gasto”, agregando que “somos el segundo país que institucionaliza un consejo para llevar a cabo la medición de capital natural y asesorar al Presidente de la República en esta materia, donde solo Reino Unido cuenta también con un sistema similar”.
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