Tras un mes de espera, la primera semana de enero será una fecha clave para quienes rindieron la Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES). Pese a que para muchos puede ser una nueva oportunidad de ingreso a la universidad, el gran número de postulantes proviene de los colegios, por lo que la transición del mundo escolar al universitario puede ser una etapa de alto impacto para jóvenes que sólo hace unos meses estaban en un ambiente colegial.
En ese sentido, y sobre elegir una profesión por parte de los jóvenes, el apoyo que las familias puedan otorgar es fundamental, según la psicóloga educacional de Colegio San Esteban, María Andrea Castillo, quien indicó que, “es importante apoyar el desarrollo de nuestros hijos y no limitar sus ideas y proyecciones. Debemos liberarnos de las propias expectativas respecto a la carrera soñada como padres y puntualizar sobre cuáles son las necesidades y fortalezas de nuestros hijos e hijas”.
Una mirada que permitirá disminuir los riesgos de deserción universitaria, ya que, ”esto permite que los estudiantes puedan fortalecer sus propias ideas en función de sus necesidades y capacidades. Esto sin duda elimina factores estresores y promueve que los estudiantes puedan desarrollar la autonomía e independencia en sus decisiones, evitando con ello las altas tasas de deserción que se generan a propósito del descontento en la elección de sus carreras”, manifestó Castillo.
En el caso del ingreso de a la universidad, este proceso igual debe ser llevado con cautela, según la visión de Catherine Borroye, psicopedagoga del Colegio Universitario Antonio Rendic, quien informó que es importante entender que este es un proceso, el cual tendrá momentos buenos y malos, por ende, hay que vivirlos, darse los espacios correspondientes y disfrutarlo.
“En la universidad somos dueños de nuestros propios tiempos, por lo que ser responsable es súper importante. Priorizar cosas, actividades, asignaturas, etcétera, ayuda y aliviana mucho esta transición. Sin embargo, creo que también es relevante entender que es un proceso, como todo, y que no avanzar al ritmo del entorno no significa no avanzar”, detalló Borroye.
Ambas expertas concuerdan en que este proceso de toma de decisiones no es un trabajo o acompañamiento que se debe realizar sólo a meses de finalizar la etapa escolar, sino que durante toda la enseñanza media. En el caso de los dos establecimientos que representan, se aplicaron planes de trabajo enfocados en ese objetivo. En el marco de este, se realizaron pruebas de orientación vocacional, visitas a ferias vocacionales, conversatorios, e incluso instancias enfocadas a los padres para fortalecer el vínculo y apoyo que ellos pueden otorgar a sus hijos e hijas, entre otras actividades.
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